LOS SENTIDOS
El sistema nervioso de las aves resulta especialmente adecuado para coordinar los distintos movimientos necesarios para las accione que deben desarrollar, de ahí que la parte del cerebro a ello destinada presente un considerable desarrollo (casi al nivel de los mamíferos). Nos lo demuestra un simple gorrión que persigue a una mariposa y que, a pesar de no estar especialmente capacitado para capturar insectos en pleno vuelo, consigue a menudo vencer la batalla gracias a la considerable rapidez y coordinación de los movimientos de sus alas
La rapidez de reflejos de las aves es a menudo inmediata e incluso fulminante, la prueba más ardua a la que esta se somete es, sin duda la de la evitación de disparo a la vista de] chispazo. Las rapaces consiguen capturar la presa y evitar obstáculos en forma absolutamente sorprendente. Evidente resulta por otra parte la extraordinaria coordinación de movimientos se debe darse en un Baharí o un Halcón Peregrino, para poder capturar en pleno vuelo una alondra o una golondrina a una velocidad de 50 o 100 km/h.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS
Las aves dependen en gran medida de la visión y del oído, al igual que nosotros. Debido a esta similitud en cuanto a los órganos de los sentidos. Podemos quizás compartir mejor el mundo de un ave que el de un mamífero. Cuando un perro sale de paseo tiene información mediante su sentido del olfato. A pesar de nuestra larga asociación, en realidad no podemos hacemos una idea de la información que recibe a través del olfato.
VISIÓN
Para un animal que se desplaza con rapidez a través del aire, la visión es evidentemente el sentido mas importante. Las aves han desarrollado la visión hasta un nivel muy elevado. Sus ojos son relativamente mayores que los de los mamíferos. Los Ojos de un ratonero común o el de un águila pequeña tienen aproximadamente el mismo tamaño que los del hombre, pero el ave tiene un peso y un volumen mucho mas reducido. En muchas especies de aves, los ojos ocupan tanto espacio que entre ellos solo existe un pequeño septo óseo. Los músculos oculares que en los mamíferos ocupan bastante espacio dentro de la órbita son también muy reducidos. A consecuencia de ello, los ojos de las aves son menos menores, el ave compensa esta falta de movilidad moviendo mas la cabeza.
La mayoría de aves ve probablemente el mismo espectro de colores que nosotros. Tienen una visión muy aguda, pero la capacidad legendaria del águila para ver mucho mejor que nosotros es probablemente exagerada. Las aves de presa pueden tener una agudeza visual dos o tres veces superior, pero probablemente no mucho mas. Otras aves como por ejemplo las palomas, pueden tener una visión que no es mas aguda que la nuestra, mientras que ciertas aves de caza pueden tenerla 'incluso inferior a la nuestra.
Los ojos de la mayoría de las aves no miran hacia adelante, sino que están colocados a los lados de la cabeza. Esto confiere al ave un campo de visión enorme, lo que resulta muy útil para vigilar la presencia de depredadores. En un ave como la paloma el campo de visión de los dos ojos se superpone en una reducida área frontal, pero el ave puede ver en gran parte lo que sucede detrás de ella, quizás a través de un arco de mas de 300 grados. Es posible »incluso que algunas zancudas puedan ver todo el campo en la parte posterior sin mover la cabeza. Las chocha perdiz, cuyos ojos grandes están situados en la parte lateral alta de su cabeza puede ver no solo todo su alrededor, sino también por la parte superior, pudiendo observar toda una media esfera sin mover la cabeza.
La disposición de los ojos a los lados de la cabeza tiene desventajas además de ventajas, los campos de ambos Ojos solo se superponen en una pequeña área de visión. La visión binocular es valiosa ya que incrementa en gran medida la exactitud con la que se puede fijar la distancia de un objeto, mediante la visión desde ambos ojos, el ave puede fijar una posición con mayor precisión. En la practica, el área reducida de visión binocular que posee la mayoría de las aves parece suficiente para sus necesidades.
Otra diferencia importante entre los Ojos humanos y los de las aves estriba en el área del campo que se halla bien enfocada en un momento determinado.
En nuestros Ojos, solo unos 2,5 grados del campo visual se hallan totalmente bien enfocados. Por consiguiente, para examinar por completo un objeto, movemos constantemente los Ojos de un lado al otro del mismo. En cambio, las aves tienen enfocados unos 20 grados, mas o menos, de su campo visual. Esto significa que pueden examinar los objetos de un amplio campo sin tener que mover los ojos o la cabeza. Esto puede ser muy ventajoso al querer observar pequeños movimientos.
Para saber si algo se esta moviendo, es útil poderlo comparar con otro objeto. En nuestro caso, si los dos objetos están a mas de 2,5 grados de distancia, hemos de mover los Ojos de un objeto al otro, y este movimiento de los ojos dificulta en gran medida la percepción de un pequeño movimiento. Al no tener que mover los Ojos, las aves pueden probablemente detectar los pequeños movimientos con más precisión que nosotros. Puede parecer que esta ventaja es banal, pero muchas aves migratorias realizan observaciones sobre el movimiento del Sol, y de las estrellas para determinar el rumbo de la migración, la capacidad de medir el movimiento del Sol durante un período de tiempo muy breve puede ser de gran importancia para estas aves.
Unas pocas aves, como por ejemplo las lechuzas, tienen la capacidad de ver bien en la oscuridad aunque no tan bien como sugiere la leyenda. Es seguro que no pueden ver en la oscuridad total. En comparación con las aves diurnas, tienen una mayor proporción de células receptoras del color (conos). Pero contrariamente a lo que dice la leyenda, puede ver bien durante el ida, y por lo menos el Mochuelo común y el Cárabo común poseen visión de los colores. En la oscuridad, dependen en gran medida de la percepción de los sonidos para atrapar a sus presas.
Las aves acuáticas necesitan ciertas modificaciones de la visión, ya que la luz que viaja a través del agua se comporta de manera diferente a la luz que pasa a través del aire. Un ave como, por ejemplo una garza o un Martín pescador, que detecta a su presa acuática desde el aire, ha de tener en cuenta esta diferencia cuando bucea en busca del pez.
Sin embargo, en el caso de las aves como los Somormujos o los Cormoranes, que nadan sumergidas en busca de presas, la visión puede estar algo modificada para que puedan medir las distancias sin dificultad. Las aves tienen un tercer párpado la membrana m*ctitante, que es una estructura translúcida, que puede ser extendida sobre el ojo sin impedir totalmente la visión y que mantiene limpia y húmeda la superficie del ojo especialmente cuando el ave esta volando. Ciertas aves acuáticas presentan un área clara, pero engrosada, en el centro de esta membrana, que es mantenida delante del ojo a modo de lente correctora mientras el ave se halla debajo del agua.
EL OÍDO
La estructura del oído de las aves es parecida a la nuestra en sus detalles principales, pero muestra algunas diferencia. No existe el oído externo que se observa en la mayoría de los mamíferos, ello es debido probablemente a que el pabellón auditivo perturbaría la línea aerodinámica del ave en vuelo. El orificio externo del oído esta cubierto por unas plumas especiales que carecen de bárbulas probablemente para no impedir el paso del sonido.
Al igual que en los mamíferos, los sonidos que llegan al oído 'interno son detectados por unos pelos sensoriales muy finos, que transmiten luego las señales al cerebro mediante los nervios. La densidad de estos pelos sensoriales es mucho mas elevada en las aves que en los mamíferos. Es probable que esto permita a las aves diferenciar sonidos que se producen mucho mas cercanos en el tiempo. Las aves pueden distinguir dos sonidos que se presentan con una separación temporal de dos milésimas de segundo, esto es unas diez veces mas de los que podemos conseguir nosotros. Por consiguiente, las aves pueden recibir un mensaje mucho mas complejo que nosotros.
Las aves pueden oír sonidos de aproximadamente la misma gama de frecuencias que nosotros, no pueden producir ni oír ultrasonidos. Se ha conseguido demostrar que el Urogallo produce sonidos cuya frecuencia es demasiado baja para que nosotros los oigamos, pero por el momento no se sabe si ellos mismos pueden oírlos.
EL OLFATO
No se sabe que el olfato sea un factor importante en la vida de ningún ave europea. Se puede deducir la importancia del sentido del olfato del tamaño de los lóbulos olfatorios del cerebro, es poco probable que estos estén bien desarrollados, pero estos lóbulos son algo mayores en algunos patos y gansos lo que sugiere que estas aves confundan hasta cierto punto en su olfato. El Paiño común no solo tiene los lóbulos olfatorios del cerebro bastante desarrollados, sino que el propio pájaro despide un olor mohoso distintivo. Es probable que su olfato le sirva para encontrar su rudo o a su pareja en la oscuridad.
EL GUSTO
Las aves pueden distinguir los mismos cuatro tipos de sabores que nosotros (salado, ácido, amargo y dulce). Sin embargo es posible que no los diferencien también como los mamíferos, y esto por dos razones. En primer lugar una parte de la información que contribuye a nuestro sentido del gusto procede del sentido del olfato. Puesto que la mayoría de las aves no tienen un buen sentido del olfato, esto puede significar que tampoco es muy fino su sentido del gusto. En segundo lugar la lengua de los mamíferos contiene un importante numero de papilas gustativas. Pero la lengua de la mayor parte de las aves esta cubierta por una superficie cornea que carece de papilas gustativas. Las pocas papilas gustativas de estos animales se encuentran en la parte posterior de la lengua y en la garganta. Por consiguiente, las aves tienen que engullir casi un objeto antes de poder apreciar su sabor
EL TACTO
El sentido del tacto es importante de diversa forma para las aves, y estas presentan varios tipos diferentes de células receptoras que son sensibles al tacto.
Estas se presentan en las zonas habituales del cuerpo, tales como la planta de los pies. y también en la lengua. En la mayoría de las aves la cubierta cornea del pico hace que sea difícil la existencia en el de receptores táctiles, pero algunas especies, como los patos y las zancudas, que buscan las semillas y pequeñas presas en el barro, el agua, tienen unas células sensibles al tacto en el extremo del pico.
Puesto que la superficie del ave esta cubierta de plumas, la existencia de receptores táctiles en la piel seria de poca utilidad. Sin embargo existen células sensibles al tacto alrededor de la base de cierta plumas. Estas células registran el ángulo que forma la pluma con el cuerpo, y probablemente informan al ave sobre la manera en que tiene dispuestas sus plumas.
informacion: Manuel laisla